La Naturaleza en el Clan

La vida al aire libre brinda oportunidades de aprendizajes muy amplias, siendo el campo de acción privilegiado de las actividades Scouts, quizás el más conocido y el que ha contribuido mayormente a perfilar la imagen del Movimiento a nivel mundial. En el Clan de Rovers, los retos se amplían para profundizar ese contacto, esa convivencia, esa interacción donde los desafíos de la naturaleza permiten a los jóvenes equilibrar su cuerpo, desarrollar sus capacidades físicas, fortalecer su salud, desplegar sus aptitudes creativas, ejercer espontáneamente su libertad, creando vínculos profundos con otros jóvenes, comprender las exigencias básicas de la vida en sociedad, valorar el mundo, formar conceptos estéticos, descubrir, contemplar y maravillarse con lo trascendente, ante el orden de la creación.

Es un campo de acción prioritario de los proyectos en la Rama Rover, porque le ayuda a los jóvenes a comprender los beneficios para la salud y el bienestar de las actividades al aire libre y deben tener este tipo de actividades tanto como sea posible. Dentro de esa amplitud retos y desafíos, el Rover Scout empieza a establecer su relación con el medio ambiente, al entender que es un sistema formado por elementos naturales (montañas, lagos, bosques, llanuras, playas) y artificiales (ciudades, pueblos, caseríos, aldeas, refugios) que están interrelacionados y que son modificados por la acción humana, e internaliza que se trata del entorno que condiciona la forma de vida de la sociedad y que incluye valores naturales, sociales y culturales que existen en un lugar y momento determinado. Esta internalización sobre la relación del hombre con la naturaleza hace que los Rover Scouts desarrollen una sensibilidad por el conocimiento de los problemas ambientales globales y trabajar activamente para reducir su propio impacto negativo, su huella de carbono siendo actores activos de la sostenibilidad, asumiendo el liderazgo en el fomento de iniciativas ambientales dentro de la comunidad.

En el Clan de Rover Scout es sinónimo de reto y servicio y hacerlo al aire libre, genera una combinación ideal que genera la libertad para que los jóvenes aprendan a ser más comprometidos, independientes, espirituales, conscientes de la trascendencia y para ampliar su capital social al interactuar y vincularse con niños, jóvenes y adultos fuera de su zona de confort, al separarse por unos pocos días de su rutina diaria, para conocer, observar y aprender sobre lo que implica el viaje y los puntos que va tocando la bitácora o el itinerario definido, que va desde lo ecológico a lo antropológico de aquel que ve los lugares como un humilde peregrino. Las actividades mediante el cual se logran estos objetivos deben ser impactantes, de un reto mayor a lo conocido en etapas previas; estas pueden ser visitas guiadas, rutas históricas, rutas culturales, rutas gastronómicas, excursiones, excursiones con pernocta, campamentos, pero fundamentalmente con el Peregrinaje, siendo esta la actividad máxima al aire libre del Clan que tiene una duración de cinco (5) días y cuatro (4) noches, o con menos días de duración, por fases de ejecución, en un sitio que cuente con las condiciones de reto y servicio adecuados para una sensación de logro amplia. El Peregrinaje sirve para incentivar la vinculación de los Rovers con los ritmos naturales, con poblaciones desconocidas para ellos, con la espiritualidad de la contemplación, con la empatía, la compasión y del llamado a la acción al diagnosticar como un observador experto problemáticas y oportunidades de iniciativas para el servicio, haciendo del viaje una oportunidad para crecer y aprender con una devoción sagrada hacia el compromiso de Construir un Mundo Mejor.

La diferencia entre un turista y un peregrino es que el turista no se vincula con el sitio en el que está, sólo lo visita o contempla, pero el Rover Scout lo observa, lo internaliza y conoce desde los ojos de sus habitantes, sus costumbres, tradiciones y la relación del medio que lo rodea. Andry Rivas.

La Tropa y la Naturaleza

La naturaleza es importante para los jóvenes porque ella los ayuda a desarrollarse completamente, comprender su entorno y la importancia de cuidarlo.

“La atmósfera limpia y refrescada por la brisa, sumada a la del compañerismo y consorcio continuo bajo los toldos, en el campo y alrededor de la fogata, hace que entre los muchachos se avive un entusiasmo edificante, y da al Jefe de Tropa una oportunidad, como ninguna otra, para ganarse la confianza y simpatía de los scouts.” Robert Baden-Powell, Guía para el Jefe de Tropa.

La naturaleza es el lugar idóneo para desarrollar el sentido de la aventura, la independencia y el trabajo en equipo. Una patrulla (¿recuerdas? Un equipo de 6 a 8 jóvenes de 11 a 16 años), debe trabajar por un bien común, alguna actividad en específico que le fomente la experiencia de algo nuevo, de enfrentarse a oportunidades de aprendizaje diferentes a las que ve en el local de grupo, donde se preparó para ello.

La montaña, la playa, el campo, la llanura, el lago, los bosques, etc. son esos ambientes naturales propios que le abren un mundo de posibilidades a un adolescente, pero que también lo coloca en un contexto de biodiversidad y lo ayuda a comprender el impacto de nuestras acciones, el cuidado que debemos tener ante la huella que dejamos. “Dejar el lugar mejor de como lo encontramos” es parte del aprendizaje que cada joven debe tener, no solo en ciudad sino también al aire libre. Aprender el uso adecuado del agua, el material para construir nuestras áreas de acampadas y todos los insumos para tener un tiempo cómodo en campamento, es parte de la enseñanza que demos del trato correcto a estos espacios naturales. Como acampar, como cuidar una fogata, qué hacer con los restos de los desperdicios que generamos.

Hay múltiples actividades que los jóvenes pueden realizar en la naturaleza, dependerá de los intereses de estos y de la creatividad de los adultos. Excursiones, percnotas y campamentos son la base de cualquier actividad, de allí cualquier variante es posible.

En la actualidad, cada vez es más difícil poder recurrir a los espacios naturales, es por ello por lo que el documento de revisión del Método Scout nos indica “la naturaleza también se refiere al entorno en el que vivimos. Así, en ambientes urbanos con espacios verdes limitados, este elemento del Método todavía puede expresarse a través de actividades al aire libre, ej. Practicar pionerismo en canchas de baloncesto.” Lo importante es involucrar a los jóvenes con su medioambiente, que adquieran el gusto por los espacios verdes, porque a la hora de salir de excursión, campamentos, etc., estos verán con mayor interés espacios naturales más grandes.

Las actividades deben ser ambientalmente sostenibles, que nuestro impacto negativo cada vez sea menor que el positivo. Que nuestras salidas dejen un aprendizaje sostenible y que podamos dejar en los espacios que visitemos, algo beneficioso que otros también puedan usar.

La Manada y la Naturaleza

Buscar nuevas preguntas y sus respuestas, es parte del juego de la vida en los niños en edad de Manada. Todo será sorprendente para ellos, todo ofrecerá algo nuevo por descubrir o presentará alguna utilidad que antes no conocían. Serán observadores de la naturaleza y del mundo que los rodea, inventores de máquinas y herramientas, serán capaces de construirlo todo y siempre te exigirán el mejor de los esfuerzos para satisfacer su curiosidad.

La naturaleza brinda oportunidades de aprendizaje al hacer vida al aire libre y ponerse en contacto directo con el medio ambiente que lo rodea, fomentando una mejor comprensión y una relación con los entornos naturales desde la observación y la contemplación, los niños que son curiosos por naturaleza e indagan sobre cualquier cosa que puedan ver, oír, tocar, oler se maravillan ante la diversidad de elementos que brindan estos espacios, que al ser potenciados por el juego profundizan las oportunidades de una interacción sana, constructiva y equilibrada con el sitio donde se desarrollen la actividades y la naturaleza en general, reforzando el compromiso por la conservación de la misma y un entendimiento básico de la ecología. Además, porque le permite vincular su creatividad, imaginación y fantasía al jugar donde los animales que encarnan sábado a sábado y con los cuales juegan a ser una Manada de Lobos dentro de una Selva llamada Seeonee, viven, se desarrollan y mueren, eso le da la visión de la biodiversidad y su relación con los ecosistemas de manera vivida.

La Manada es sinónimo de juego y hacerlo al aire libre, genera una combinación ideal que les da la libertad para que los niños aprendan a ser más independientes y ampliar su círculo social al interactuar con niños y adultos fuera de su hogar al separarse por unos pocos días. Las actividades mediante el cual se logran estos objetivos pueden ser paseos, visitas excursiones cortas, campamento corto (De una noche), pero fundamentalmente con el acantonamiento, siendo esta la actividad máxima al aire libre de la Manada que tiene una duración de tres (3) días y dos (2) noches en un sitio que cuente con las condiciones sanitarias mínimas y adecuados para niños. El acantonamiento sirve para reencontrar a los lobatos y lobeznas con los ritmos naturales, con actividades que ponen en juego los sentidos, que desarrollen su imaginación, enfrentar el temor a lo desconocido, para aprender a organizarse sin sus padres de por medio, a seguir las normas y estructuras de convivencia, a reconocer y respetar la autoridad, la toma decisiones sobre la vida cotidiana y la importancia de la gran familia feliz que es la Manada al ser solidarios y empáticos con sus compañeros, forjando el primer paso a la independencia, al darse cuenta que pueden hacer cosas por ellos mismos y ser responsables de las tareas que le corresponden (Saber que lleva en el bolso para la actividad), es decir la libertad para Ser y conocer sus limitaciones y aprender a superarlas a su ritmo.

En cada una de estas actividades al aire libre se busca forjar el carácter de los niños, fortalecer su visión de ser cada vez mejor y vencerse a sí mismo, al demostrar capacidades de organización, disciplina y la asimilación de cosas no vistas y vivencias que los interconecten con el mundo y su transcendencia, recuerden la intención es lograr la máxima impresión y puedes hacerlo con una lamparada, fogata, teatro a la luz de las estrellas, títeres, contar relatos y explotar todos los juegos creativos y de actividad físicas y de espiritualidad que puedan durante la estancia al aire libre.

La aspiración de toda persona es ser libre, y para hacerlo debes desarrollar vivencias donde valores la responsabilidad de construirla, forjando un carácter solidario, empático y alegre…

La Progresión personal en el Clan

Es la etapa donde se aprecia la definición del Proyecto de Vida, de la visión del joven en su posición en la sociedad, y el proceso de toma de decisiones se convierte en una constante, porque juventud es el proceso vital que está vinculada con el periodo de aprender bajo el reto para motivarse a lograr proyectos, tareas, objetivos, metas, y al servicio para interactuar positivamente con la sociedad en la que está vinculado, permitiéndoles desarrollarse continuamente y facilitar oportunidades de aprendizaje.

El sistema progresivo de objetivos y actividades que presenta a los jóvenes adultos una propuesta de objetivos educativos apropiados para su edad y a los valores del movimiento Scout, las cuales se ajustan a sus expectativas y necesidades, desarrollando de esa manera sus objetivos personales de crecimiento. Es a través de actividades que los mismos jóvenes elijen y preparan para obtener experiencias que contribuyen al logro de esos objetivos. Los objetivos personales los construye cada joven en base a los objetivos terminales de la formación Scout y a lo que desea para sí mismo en su Proyecto de Vida. La decisión del joven en la fijación de sus objetivos es determinante, limitándose el equipo y los adultos (Scouts, Sinodales) a apoyar y facilitar conocimientos y procesos. A medida que es asesorado, el Proyecto Personal experimenta cambios, hasta que cada Rover interioriza el hábito de tener un proyecto para su futuro.

Cada joven construye un Proyecto Personal, que contiene sus objetivos y las actividades y proyectos que desea realizar durante un período, asociándose con otros en equipos transitorios o temporales. Los Rover Scouts son completamente responsables de sus propias actividades y desarrollo, a través de oportunidades regulares y semiestructuradas para revisar el logro de sus objetivos y evaluar su progresión, a nivel individual y de equipo. Además, se brindan numerosas oportunidades diversas e inclusivas a escala distrital, regional, nacional y mundial para maximizar el progreso de todos los miembros.

En el Clan de Rovers Scouts la progresión de los jóvenes, para construir su motivación interior de estar siempre listos para servir, de ser responsables, disciplinados y comprometidos para participar consciente y activamente en la dinámica del Reto y el Servicio con el aprendizaje que conlleva para su desarrollo. Dado que en el Clan el factor de asociación e interacción es el individuo con intereses y necesidades afines, que permite a los jóvenes generar equipos que le permitan progresar en su propio desarrollo, bajo la generación de proyectos, siempre con la motivación de ver a sus iguales alcanzar nuevas etapas, profundizar en la identificación de su proyecto de vida, mejorar el trabajo en equipo, madurar conductas y aprendizajes a su manera y al propio ritmo de cada uno de los integrantes. Estos avances les permiten establecer a los jóvenes la interiorización de buenos hábitos, de responsabilidad, de compromiso, de iniciativa, la profundización de hobbies, la identificación de una vocación hacia un arte, oficio, profesión y la exploración de nuevas habilidades, y a ser un ciudadano activo vinculándose con su entorno como voluntario, o gestor de iniciativas con responsabilidad social.

La progresión personal en el Clan es facilitada por los adultos, forjando un clima educativo donde los jóvenes se sientan motivados, apoyados y retados apropiadamente para establecer sus propios desafíos, para aprender y obtener el reconocimiento en base a cada rasgo superado dentro de su proyecto personal, que es ese transitar por el Río de la vida donde identifico el Yo Soy, respondo a ¿Quién Soy?, ¿Dónde Estoy?, ¿Hacía dónde Voy?, hasta hacer mi propia historia, siendo la entrega de insignias la pauta que le indica a todos que el joven adulto va creciendo de manera reflexiva e introspectiva sobre sí mismo y su relación con el mundo que lo rodea convirtiéndolo en una Persona que va a ejercer como Ciudadano Integral capaz de Construir un Mundo Mejor, que es la etapa que engloba todos los aprendizajes de este periodo.

Este clima educativo se enmarca en un sistema de Adelanto Progresivo, basando su éxito en la convivencia del joven en ambientes exigentes que apoyen la formación de su personalidad y carácter, siendo los escenarios para asumir retos, relación con la comunidad y el servicio el escenario ideal y natural del Roverismo, con sus estrategias educativas como herramienta principal para supervisar los avances y ajustar actividades que se adapten a lo fines, intereses y necesidades que exprese el joven, al tener en cuenta que el control del Adelanto Progresivo estará en manos de todos pero fundamentalmente del Rover, como de los dirigentes de Unidad, Grupo, Padres y Representantes que motivan, ayudan y celebran el alcance de logros.

“Dando una patada a la sílaba im de la palabra imposible, cualquier persona estará segura de salir adelante”… Baden-Powell

La Progresión personal en la Tropa

Es la etapa donde la aventura comienza y la palabra cambio se convierte en una constante, porque la adolescencia es el proceso vital que está vinculada con el periodo de aprender bajo el camino de los bosques, centrado en motivar y desafiar a los jóvenes a desarrollarse continuamente, a través del reto de la vida al aire libre para facilitar oportunidades de aprendizaje.

En la Tropa Scout la progresión de los jóvenes, para construir su motivación interior de estar siempre listos, de demostrar responsabilidad y disciplina para participar consciente y activamente en el juego de competir por equipos y el aprendizaje que conlleva para su desarrollo. Dado que en la Tropa el factor de asociación e interacción es la patrulla, un pequeño grupo que permite a los jóvenes progresar en su propio desarrollo, bajo un entrenamiento circular hecho por los integrantes de la patrulla, de la toma de decisiones según los intereses de los integrantes de la misma , siempre con la motivación de ver a sus iguales alcanzar nuevas etapas, profundizar sus conocimientos técnicos, mejorar el trabajo en equipo, madurar conductas y aprendizajes a su manera y al propio ritmo de cada uno de los integrantes. Estos avances les permiten establecer a los jóvenes la profundización de buenos hábitos, que tengan mayor nivel de responsabilidad, el establecimiento de hobbies y la exploración de nuevas habilidades, y aprender a ser un ciudadano activo vinculándose con su entorno como voluntario.

La progresión personal en la Tropa es facilitada por los adultos, forjando un clima educativo donde los jóvenes se sientan motivados, apoyados y retados apropiadamente para establecer sus propios desafíos, para aprender y obtener el reconocimiento en base a cada rasgo superado dentro de las montañas, bosques, llanuras y caminos al aire libre que han recorrido con su patrulla, siendo la entrega de insignias la pauta que le indica a todos que el joven va conociendo la aventura, que va explorando la aventura, que va viviendo la aventura, que va disfrutando de la aventura, convirtiéndolo en un joven que asume la conciencia de su carácter proactivo y asume el compromiso de proyectar sus experiencias e interactuar con su comunidad, un Scout de Bolívar, que es la etapa que engloba todos los aprendizajes de esta etapa.

Este reconocimiento del progreso de los compañeros de la Patrulla, la Tropa y los adultos, ayuda al joven a ganar confianza, tener una visión positiva de su autoestima y seguir creciendo hacia nuevos retos. Además de la disciplina y el orden puestos en un diario de aprendizaje donde se refleje la convivencia del joven en vivencias que apoyen la formación de su personalidad y carácter, donde los jóvenes pueden visualizar sus avances y proyectar en que van a fijar su atención e interés, así como las especialidades que le permitan al joven seguir explorando voluntariamente nuevas habilidades y destrezas producto de una necesidad determinada, de una actividad realizada, de un libro leído, de una película o reportaje visto en la televisión o la Internet, o de lo que él observa en su entorno educativo, o en su hogar.

Este clima educativo se enmarca en un sistema de Adelanto Progresivo, basando su éxito en la convivencia del joven en ambientes exigentes que apoyen la formación de su personalidad y carácter, siendo la naturaleza el escenario ideal y natural del Escultismo, con sus estrategias educativas como herramienta principal para supervisar los avances y ajustar actividades que se adapten a lo fines, intereses y necesidades que exprese el joven, al tener en cuenta que el control del Adelanto Progresivo estará en manos de todos; tanto del Scout y su Patrulla, como de los dirigentes de Unidad, Grupo, Padres y Representantes.

“Una semana de vida en el campo, vale más que seis meses de enseñanza teórica en la sala de reuniones”. Baden-Powell

La Progresión personal en la Manada

Es un viaje de aprendizaje que está centrado en motivar y desafiar a los niños a desarrollarse continuamente, a través del juego que es el escenario ideal para facilitar oportunidades de aprendizaje.

En la Manada la progresión de los niños, para desarrollar la motivación interior de hacer siempre lo mejor, vencerse así mismo, para participar consciente y activamente en el juego y el aprendizaje que conlleva para su desarrollo. Debido a que en la Manada el factor personal e individual es la gran familia feliz, permite a los niños a progresar en su propio desarrollo, con la motivación de ver a sus iguales alcanzar nuevas etapas, madurar conductas y aprendizajes a su manera y a su propio ritmo. Estos avances les permiten establecer a los niños buenos hábitos, explorar hobbies y aprender a ser un ciudadano activo vinculándose con su entorno como voluntario.

La progresión personal en la Manada es facilitada por los adultos, generando un clima educativo donde los niños se sientan alentados y apoyados apropiadamente para establecer sus propios desafíos, para aprender y obtener el reconocimiento en base a cada rasgo superado dentro de la Selva de Seeonee, siendo la entrega de insignias la pauta que le indica a todos que el niño va pisando cada vez más fuerte, al ser más ágil, más fuerte, más vivaz, más alerta, más libre e independiente, convirtiéndolo en un Lobo alegre y Saltarín, que es la etapa que engloba todos los aprendizajes de esta etapa. Este reconocimiento del progreso de los compañeros de la Manada y los adultos, ayuda al niño a ganar confianza y crecer. Además de la disciplina y el orden puestos en un diario de aprendizaje o cuaderno de caza, donde los niños pueden visualizar sus avances y proyectar en que van a fijar su atención y energías, así como las especialidades que le permiten al niño seguir explorando voluntariamente respondiendo a posibles motivaciones producto de una necesidad determinada, de una actividad realizada, de un libro leído, de una película o reportaje visto en la televisión o de lo que él observa en su entorno o en su hogar.

Este clima educativo se enmarca en un sistema de Adelanto Progresivo, con sus estrategias educativas como herramienta principal para supervisar los avances y ajustar actividades que se adapten a lo fines, intereses y necesidades que exprese el niño, al tener en cuenta que el control del Adelanto Progresivo estará en manos de todos; tanto del Lobato y Lobezna como de los dirigentes de Unidad, Grupo, Padres y Representantes.

Aprender haciendo en el Clan

El aprendizaje por la acción en el Clan está directamente asociado a que el joven adulto pueda desarrollar su visión de “Mi Proyecto de Vida”, con acciones concretas, organizadas y planificadas que estimulen la creación de iniciativas de reto y servicio que sean desafiantes, útiles, recompensantes, atractiva y seguras acordes a los intereses y necesidades de los Rovers, a través de la asociación en equipos temporales o rotativos de trabajo.

La idea es generar experiencias que brinden la oportunidad de aprender a ser los gestores, planificadores, líderes y conductores de proyectos de múltiples alcances que impacten positivamente a su crecimiento personal y a las comunidades donde se desenvuelve, fortaleciendo su inmersión en el que hacer social. Esto es el resultado de un programa centrado en la acción, donde los jóvenes aprenden por sí mismos a través de la observación metódica, el descubrimiento, la elaboración, la innovación y la experimentación, incluso la profundización o especialización de temas ya conocidos al previo. Esto permite pasar de la pasividad receptiva, a la creatividad de quien es puesto en situación de ejecutar, de hacer que sucedan las cosas. Desde esa perspectiva, el conocimiento y las habilidades adquiridas se intensifican y consolidan, la norma descubierta reemplaza a la norma impuesta y la disciplina interior sustituye a la disciplina exterior, generando un aprendizaje introspectivo y reflexivo.

Al ampliarse la proyección del joven en el mundo, las actividades versátiles y externas se acrecientan en detrimento de las actividades fijas e internas. Debido que, al insertarse progresivamente a la complejidad social, los proyectos se hacen más frecuentes y la gran mayoría de las actividades están integradas en proyectos o tienen una relación directa con ellos. Las actividades aisladas se reducen a las fijas o a las tareas individuales dentro de un proyecto común.

Por ser la última etapa que el movimiento Scout que ofrece a los jóvenes, trata de asegurarse que los Rovers no egresen sin haber experimentado un proyecto relevante acorde al reto y el servicio, que coincida con sus intereses y necesidades. Por eso, todos los Rovers deben participar en un proyecto significativo, de su libre elección, diseño y asociación.

Los Rovers Scouts desarrollan nuevas habilidades por tener completa responsabilidad sobre su programa y su adelanto progresivo, desarrollando habilidades para solución de problemas, soluciones creativas y ampliar sus horizontes. Permitiendo que los Rover Scouts incrementen sus oportunidades de aprendizaje e independencia, con el entendimiento de marcos de trabajo, que ayuden a la monitorización constante de su trabajo en curso y a futuro con el esquema de planear, hacer, revisar y evaluar para cumplir los objetivos planteados.

“Planifica tu trabajo y luego trabaja sobre tu plan” Robert Baden-Powell

Aprender haciendo en la Tropa

La adolescencia es la etapa que los jóvenes pasan en la Tropa de Scouts, donde están descubriendo su propia identidad. El autoaprendizaje acá se basa en que estos jóvenes quieren la libertad para resolver las cosas por sus propios medios, a su manera.

Ese aprendizaje por la acción es importante porque ellos traen una cantidad de cualidades (que muy bien mencionaba nuestro fundador en Guía para el Jefe de Tropa): temperamento, valentía, confianza, agudeza, amor a la aventura, sensibilidad, lealtad, etc. Que son las piezas claves para su desarrollo, la formación psicológica, afectiva, corporal, entre otras. Cuando se les presenta un problema, cada uno reaccionará de una manera distinta para poder resolver la situación, que podría tener mil caminos o uno solo, pero solo lo podrán descubrir poniendo manos a la obra. Baden-Powell establece que si conocemos a los jóvenes, tenemos en cuenta estas cualidades, podremos adaptar toda aquella información que queremos hacerles llegar y que pueda ser recibida de manera exitosa.

“No hay que olvidar que en cuanto el muchacho ingresa al Escultismo, quiere empezar inmediatamente a explorar. Así pues, no se debe cohibir su entusiasmo dándole al principio demasiadas explicaciones preliminares. Satisfáganse sus deseos con juegos y prácticas de exploración y después incúlquensele poco a poco los detalles elementales.” Baden-Powell, Guía para el Jefe de Tropa.

El documento Revisión del Método Scout establece que aprender haciendo “Refleja la manera activa en la que los jóvenes adquieren conocimientos, destrezas (todo tipo de habilidades suaves y duras) y actitudes…”. Y sucede muy similar que en la Manada, estos jóvenes buscarán todas las vías que sus capacidades les permitan para atender una instrucción, se encontrarán frustrados, atentos, alegres o hasta desdichados, el deber del adulto scout en Tropa, es guiarlos para que el adiestramiento pueda cumplir su objetivo, pero siempre permitiendo que ellos o ellas encuentren la solución por sus propios medios, con todas las herramientas que se les han proporcionado.

Debemos asegurar que las oportunidades de aprendizaje o actividades sean siempre divertidas y relevantes, que los y las jóvenes puedan tener la capacidad de decidir y de opinar. Que les genere la sensación de logro al final de alcanzar el objetivo y la meta, que quieran tener más experiencias como esas.

Animemos a las y los jóvenes a atreverse a realizar una tarea, a que gocen del aprendizaje autodirigido, a que en equipo (la patrulla) encuentren ese camino satisfactorio a la resolución del problema.

“Su estimulo más fuerte lo da el estudio de la naturaleza y el de la vida en los bosques. Influye directamente al individuo y a la Tropa. Levanta las cualidades intelectuales tanto como las puramente materiales y morales.

En un principio, el Escultismo se orientaba hacia estos fines; pero ahora hemos aprendido de la experiencia que, cuando es bien dirigido, no sólo se orienta hacia ellos, sino que los logra.

Aprender haciendo en la Manada

El documento de revisión del Método Scout establece que “Por su naturaleza, el Movimiento Scout debe ser divertido y relevante. Aprender haciendo se refiere al autodesarrollo personal como resultado de la experiencia de primera mano en oposición a la instrucción teórica”

En otras palabras también se podría decir, aprendizaje por la acción, aquello que intentamos una y otra vez hasta lograrlo. Y eso pasa con los lobatos y lobeznas (¿se acuerdan? Niños de 7 a 11 años), intentan muchas veces hasta lograr que el juego les salga perfecto como lo imaginan o tratan de que esa imitación se parezca lo más posible hasta sentir que la hacen igual.

Lo hemos repetido bastante y no dejaremos de hacerlo porque es lo más importante, la manada todo lo hace jugando, y eso incluye el “aprender haciendo”. Si queremos que los niños aprendan a atarse las trenzas de los zapatos, nos colocamos a su altura que ellos puedan vernos al hablar, hacer contacto visual con nuestras acciones, y con una canción o un juego directamente, le enseñamos como se atan las trenzas.

¡Juego, jugar, jugando! El adulto scout debe guiar la dinámica pero permitir libertad a los niños o niñas para realizarla, evitar convertirse en esa persona que hace mientras otros observan, siempre debe permitir que los niños sean protagonistas absolutos de su desarrollo y aprendizaje. Es por ello que en este elemento del método scout, hablamos del autoaprendizaje, adquirir experiencias por sí mismo.

Es la manera perfecta para que los involucrados desarrollen su personalidad, potenciar sus fortalezas, para ayudar a corregir y mejorar sus debilidades por medio de la repetición, teniendo esa sensación de logro al final de cada juego.

“Observadores de la naturaleza y del mundo que los rodea, inventores de máquinas y herramientas, son capaces de construirlo todo y siempre te exigirán el mejor de tus esfuerzos para satisfacer su curiosidad. Buscar nuevas preguntas y sus respuestas, es parte del juego de la vida en esta edad. Todo será sorprendente para ellos, todo ofrecerá algo nuevo por descubrir o presentará alguna utilidad que antes no conocían”

Entonces, aprender haciendo es esforzarse por ser el mejor en el juego de la vida, desde su perspectiva de niño o niña. Accionamos, practicamos y revisamos para mejorar una y otra vez. También es importante saber que aprender haciendo no se trata de improvisar y que “aprendan sobre la marcha”. Siempre se debe planificar la actividad, saber qué, cómo, cuándo, dónde y por qué, sin perder de vista los intereses, las inquietudes, los gustos y las necesidades de los lobatos y lobeznas.

“Una dificultad deja de serlo en cuanto os reís de ella y os ponéis manos a la obra” Robert Baden-Powell

Apoyo de Adultos en el Clan

Son personas que dan testimonio de sus valores y velan porque los jóvenes lleguen a cumplir sus objetivos y metas personales. Tienen como filosofía de vida la Ley y la Promesa Scout, hombres y mujeres de buena voluntad, psicológicamente maduros, moral y éticamente rectos, interesados en la educación de los jóvenes, teniendo aptitudes básicas para trabajar en equipo y con la capacidad de habilitar a otros para ser gestores y líderes de sus propis ideas y proyectos.

Debe tener un nivel de madurez muy alto y un proyecto de vida definido, dado que a partir de su sapiencia y ecuanimidad pueda hacer una contribución significativa en los jóvenes en su paso a la adultez emergente. El perfil de cargos de la Asociación de Scouts de Venezuela (ASV), establece que la edad mínima para ser adulto facilitador líder en la unidad Clan, es de 25 años, teniendo un equipo en edades comprendidas entre los 21 a los 40.

Debe fungir como asesor y organizador de una dinámica participativa, que el grupo de jóvenes coexista, estableciendo condiciones de mentoría  para preparar a los jóvenes a que hagan las cosas que sean de su interés y necesidad, mediante proyectos y que esto ocurra con eficacia y agilidad, es decir que diseña y establece un clima educativo que habilita para aprender y empoderar a los jóvenes. Pero no debe olvidar la individualidad, porque aunque tengan personalidades o intereses afines, cada uno debe tener espacio para la conversación y atención personal, buscando el sitio idóneo lleno de respeto y comprensión.

La madurez  y ecuanimidad ayuda a que el Adulto Scout que trabaja con el clan pueda responder a la necesidad de justicia de los jóvenes y ofrecer respuestas lógicas y razonadas, a planteamientos irreverentes, sarcásticos, siendo empático y organizado con la capacidad para entender sus problemas y actitudes. Poder establecer un clima de respeto por la individualidad de las personas, las decisiones colectivas y la comunicación efectiva. Siendo creativo en la motivación, instrucción, refuerzo y evaluación de las actividades que incentiven el desarrollo de proyectos de diversa índole por parte de los jóvenes. Además debe gustarle de la actividad física y el contacto con la naturaleza para trabajar y compartir con ellos en esos espacios bajo un ambiente de reto.

Debe tener y trabajar la sensibilidad social, para ayudar a los jóvenes en el análisis de entorno, identificando y diagnosticando problemas, facilitando la visión sobre cómo vincularse con las comunidades y generar empatía con la diversidad en el entorno con los cuales ellos se relacionen, todo con el objetivo de que los jóvenes se conviertan en agentes de cambio, es decir ciudadanos activos, participativos e involucrados con la misión de Construir un Mundo Mejor. Debe estar en constante crecimiento, tener acompañamiento del Asesor Personal de Formación, porque este puede aclarar dudas en su accionar y con su experiencia motivar el trabajo con el grupo de jóvenes.

“La autoeducación, como continuación de lo que se ha aprendido en la escuela, es indispensable.” Robert Baden-Powell, Roverismo Hacia el Éxito.

Los Adultos Scouts en Clan actúan como organizadores y educadores, que guían a los jóvenes como tutores y mentores de su propia formación, generando compromisos, siendo esta acción una constante dentro del proceso de progresión y maduración alrededor de sus logros individuales y en asociación. La visión de “padres” es desajustada para un adulto que quiera ayudar a formar a estos Rovers, debe ser un hermano mayor, que sabe escuchar las necesidades del otro, que motiva y corrige con respeto y que entiende que debe ser el adulto del grupo, cuando los comportamientos son incorrectos a lo esperado.

“El objeto del adiestramiento es capacitar a los jóvenes para que por sí mismos puedan llegar a ser ciudadanos felices, sanos y útiles” Robert Baden-Powell, Roverismo Hacia el Éxito